El maíz, sustentador de la vida.

Celebrando el Día Internacional de la Diversidad Biológica, 22 de mayo.

Cuéntame maíz

 

 

Texto e Ilustraciones tomados del libro “Cuéntame Maíz” de la ilustradora venezolana Carmen Salvador, publicado por Fundación Empresas Polar, Venezuela, 2014.

 

 

En América existen numerosas plantas alimenticias muy importantes para nuestra nutrición y salud. De todas ellas el maíz (Zea mays ssp. mays en latín) es considerado el cereal por excelencia. Es una planta gramínea, de la familia botánica Poaceae o Gramineae (al igual que el trigo, el arroz, la cebada, el centeno y la avena), con espigas y frutos harinosos, originaria de América y que produce mazorcas con granos comestibles de variados colores. Los pueblos indígenas de América conocían el maíz desde tiempos muy remotos y lo cultivaban hace más de 5.000 años.

La harina que se obtiene moliendo el grano de maíz contenido en la mazorca se convierte en masa con la que se pueden preparar sustanciosos alimentos.

La mejor época para sembrarla, por ejemplo, en Venezuela (hemisferio norte), es entre los meses de abril y mayo y se recoge la cosecha en septiembre y octubre; en el hemisferio sur se siembra en agosto y septiembre y se recoge la cosecha en marzo, abril o mayo.

El maíz necesita mucho sol para que crezca fuerte y sano. Se abre un hueco en la tierra, se colocan tres semillas en él, se tapa y se riega frecuentemente. Como a los tres meses se desarrollará una hierba grande, de tallo erecto, que puede alcanzar más de tres metros de altura. Las hojas son largas, ásperas y rígidas. En las espigas terminales aparecerán las flores masculinas, mientras que en las axilas de las hojas femeninas surgirán las mazorcas con barbas.

En torno al maíz, se han tejido hermosas leyendas como las del Popol Vuh, libro escrito por los indígenas de Guatemala en el cual se cuenta que el primer hombre y la primera mujer fueron hechos con la harina del maíz blanco y amarillo.

Antiguo origen.

México es el centro de origen del maíz. Es el lugar en donde se concentra, muy probablemente, la mayor diversidad de maíz del mundo y han evolucionado y viven sus parientes silvestres, los teocintles.

La planta de maíz no era como la conocemos hoy en día. Este cultivo se originó mediante el proceso de domesticación que llevaron a cabo los antiguos habitantes de Mesoamérica, a partir de los “teocintles”, gramíneas muy similares al maíz, que crecen de manera natural principalmente en México y en parte de Centroamérica. El proceso de domesticación del maíz se inició hace aproximadamente 10.000 años, al seleccionar semillas que iban produciendo cada vez mejores plantas, logrando que las pequeñas mazorcas salvajes se convirtieran en las mazorcas largas, gordas y llenas de apetitosos granos que conocemos en la actualidad; este proceso se encuentra muy asociado a la invención y desarrollo independiente de la agricultura en Mesoamérica, y continúa en el presente con el manejo, cultivo y selección que hacen año con año los agricultores y sus familias de las variantes de maíces nativos (o criollos), asimismo con la interacción de este cultivo con sus parientes silvestres, los teocintles, en las regiones donde coinciden de manera natural.

Los pueblos precolombinos cultivaban maíz amarillo, blanco, rosado, rojizo, anaranjado, azulado y hasta negro. También se sabe que realizaban collares y otros adornos con unos copos blancos que obtenían al cocinar la mazorca sobre el fuego, los que hoy conocemos como palomitas de maíz. ¡Los indígenas creían que los granos de maíz estallaban porque adentro vivía un pequeño demonio que, cuando se molestaba, hacía reventar el grano!

Es probable que Cristóbal Colón haya llevado el maíz a Europa al regresar de su primer viaje a América. Los conquistadores españoles quedaron maravillados con la planta de maíz ya que su siembra era más fácil que la del trigo y se daba en cualquier terreno o clima. Observaron cómo las mujeres indígenas molían el maíz arrodilladas sobre una piedra de moler o metate y luego amasaban una pasta con la que elaboraban una especie de pan de distintas formas.

Las múltiples variedades o “razas” de maíz.

El maíz como cultivo es un sistema dinámico y continuo. Su polinización es libre y hay movimiento o flujo de semilla por los agricultores año con año al mantener, intercambiar y experimentar con semilla propia o de otros vecinos de la misma localidad o de regiones distantes.  A diferencia de las plantas silvestres, esto dificulta la distinción de unidades discretas para clasificar su diversidad. Una aproximación a su estudio y entendimiento ha sido seleccionar en este continuo las principales unidades (tipos o formas) que le caracterizan y a las que se han denominado razas.

El término raza se ha utilizado en el maíz y en las plantas cultivadas para agrupar individuos o poblaciones que comparten características en común, de orden morfológico, ecológico, genético y de historia de cultivo, que permiten diferenciarlas como grupo. Las razas se agrupan a su vez en grupos o complejos raciales, los cuales se asocian a una distribución geográfica y climática más o menos definida y a una historia evolutiva común.

Las razas se nombran a partir de distintas características fenotípicas (Cónico, por la forma de la mazorca), tipo de grano (Reventador, por la capacidad del grano para explotar y producir palomitas), por el lugar o región donde inicialmente fueron colectadas o son relevantes (en México, Tuxpeño de Tuxpam, Veracruz) o por el nombre con que son conocidas por los grupos indígenas o mestizos que las cultivan (Zapalote Chico en el Istmo de Oaxaca). En América Latina se han descrito cerca de 220 razas de maíz, de las cuales 64 (29%) se han identificado y descrito en su mayoría, para México.

Tradiciones y maíz.

No deja de sorprender, la diversidad en formas, adaptaciones, usos y manifestaciones culturales que aún podemos hallar en la actualidad en torno al maíz, particularmente en México y otros países latinoamericanos.

Por ejemplo, desde tiempos ancestrales, cada año se celebra en Venezuela, en los estados Lara y Falcón, una danza de origen indígena que festeja el feliz momento en el que el maíz está listo para su consumo. Se llama el Baile de las Turas, tradición aborigen de los ayamanes y jirajaras, quienes agradecen a la naturaleza las cosechas recibidas con ofrendas de mazorcas de maíz.

Este baile se ha conservado en el tiempo aunque asimilando algunos aspectos de la religión católica, como por ejemplo, haciendo coincidir su celebración con el día de la Virgen de Las Mercedes, el 24 de septiembre de cada año. La noche anterior a la fiesta se ponen a remojar los granos de maíz, se muelen y se dejan fermentar para preparar una bebida llamada chicha o carato.

Los instrumentos musicales con los que se acompañan son elaborados de forma completamente artesanal: restos de cráneo de venado a los cuales se les deja sólo un orificio por el que soplan para obtener un sonido grave, el cual representa el ruido del trueno y el viento; quenas o flautas elaboradas con  caña o madera y maracas, entre otros.

TurasLa danza se clasifica como colectiva de ronda debido a que los bailarines forman un semicírculo, van entrelazando sus brazos a los demás, uno por detrás de los hombros del otro y, a veces, colocan la mano en la cintura del siguiente danzarín. Intervienen hombres y mujeres, luego giran en la misma dirección o en la dirección contraria. Los danzantes siempre conservan un riguroso ritmo que marcan con pisadas fuertes sobre el suelo, dando tres pasos hacia adelante, los cuales representan el anhelo de que las cosechas sean más abundantes y tres pasos hacia atrás, para solicitar abundantes lluvias.

Al finalizar la etapa bailable, se da inicio a la ceremonia religiosa donde los danzantes se dirigen a un árbol de gran tamaño de nombre Copey, al que consideran sagrado y derraman grandes tinajas de chicha, pues es un árbol que atrae nieblas y lluvias, el objetivo de esto es rogar que no escaseen los inviernos y así tener grandes cosechas.

Haz clic AQUÍ para ver el Baile de las Turas.

Usos del maíz.

De la planta de maíz se aprovecha todo. Por eso se ha convertido en un alimento básico en Venezuela, Centroamérica, América del Sur y buena parte del mundo. Sólo en México se han identificado, al menos, 600 formas de preparar el maíz en la alimentación.

Sus hojas y las de las mazorcas se emplean para envolver y cocinar alimentos, como los bollitos y tamales, y para hacer papel. Los cabellos o barbas tienen uso medicinal: tomados en infusión sirven como diurético.

Hay una variedad de maíz que sólo se usa como alimento para animales. Grandes cantidades se envían a los molinos de aceite, donde se extrae por medio de prensas el aceite vegetal para cocinar. La mazorca sin granos se puede usar para elaborar combustible alternativo a la gasolina. La hoja de maíz también se usa como fibra para tejer canastas, bolsos, sombreros y muñecas.

El maíz nos une.

Cada país de nuestra América ha ido desarrollando su manera de preparar guisos e ingredientes para la masa de maíz usando los mismos rellenos, aliños y condimentos. Se cocinan asados, hervidos o en budare, envueltos en hojas de plátano frescas o en hojas del mismo maíz. Están presentes a diario y en las celebraciones y fiestas, expresando las distintas y al mismo tiempo, tan parecidas culturas.

En Colombia: el tamal, una masa de maíz rellena con guisos variados, envuelta en hoja de plátano de forma ovalada.

En México: la tortilla, una masa de maíz de forma circular, plana o doblada y cocinada frita o en budare.

En Ecuador: la humita, una masa de maíz aliñada envuelta en la hoja del mismo maíz, dulce o salada, y cocinada al vapor.

En Perú: el chupe, una sopa consistente de pollo, pescado o carne con abundantes verduras, papa y maíz.

En Venezuela,

  • El jojoto, mazorca de la planta de maíz con granos comestibles. Cocida, asada o salcochada.
  • La empanada, masa de maíz rellena en forma de media luna frita en aceite.
  • La cachapa, mezcla de maíz tierno molido con leche, azúcar, sal y aceite. Se cocina a la plancha y se acompaña con queso.
  • El bollo, masa de maíz envuelta con su propia hoja y hervida.
  • La hallaca, masa de maíz rellena con guiso y adornos, envuelta en hoja de plátano, amarrada en forma cuadrada y hervida.
  • La arepa, masa de harina de maíz precocido o pilado con sal y agua, cocinada en budare o frita.

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Pilón (rae): Especie de mortero de madera o de metal, que sirve para majar granos u otras cosas.

Escucha a la cantautora hispano-venezolana Soledad Bravo interpretando un “canto de pilón” (cantos entonados por las mujeres mientras pilaban el maíz), haciendo clic AQUÍ.

 

Alas que transforman vidas

Patricia Restrepo y su hija Vanessa Wilches son las hadas que lograron hacer realidad el sueño de establecer una empresa exportadora de mariposas en Cali, Colombia. En el año 2001 Alas de Colombia, inició la zoocría de mariposas como una alternativa novedosa de desarrollo sostenible, con la comunidad rural de El Arenillo en el municipio de Palmira, Valle del Cauca, al establecer la cría de 40 especies de mariposas diurnas de la zona. Gracias a ese esfuerzo, abrió un nuevo renglón de exportaciones no tradicionales para Colombia, al ingresar a la industria de las mariposas con envíos regulares a Europa desde el año 2004.

Las mariposas son indicadores de la biodiversidad de una región y las zonas en que trabaja la empresa, son particularmente ricas en variedad de especies: El Arenillo, cuenta con cerca de 300 especies, 220 clasificadas taxonómicamente y 100 estudiadas con sus ciclos de vida completos.

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La idea de una granja de mariposas surgió cuando en un viaje al extranjero, la familia visitó una exposición de mariposas tropicales. Alguien les comentó, cuando supo de donde eran, que Colombia posee casi 50.000 especies endémicas de mariposas, “¿por qué no las exportan?”, preguntó.

 

Comenzaron en una finca de su propiedad en el año 2001, cerca del pueblo de El Arenillo. Contrataron los servicios de un biólogo y aprendieron todo lo que pudieron acerca de la cría de mariposas. La situación de inestabilidad política creada por la presencia en la zona de guerrilleros y paramilitares puso en riesgo el proyecto, pero Patricia y Vanessa no se dieron por vencidas. Al año siguiente ya habían logrado el interés de algunos compradores en el Reino Unido.

A finales de 2004 la empresa ya no podía surtir tantos pedidos con los pocos empleados con los que contaban, así que, convocaron a las campesinas de los pueblos cercanos para plantearles participar en el negocio.

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Eligieron a 12 grupos de tres mujeres cada uno,  de entre todas aquellas trabajadoras que tuvieran necesidades apremiantes y raíces profundas en la comunidad. Con subvenciones de dependencias oficiales y de organizaciones no gubernamentales, cada equipo construyó una cabaña de mariposas en la granja, y en la casa de una de las integrantes de cada grupo, un “laboratorio” para producir crisálidas y un vivero para cultivar plantas con las cuales alimentar a las larvas. Hoy día el número de grupos ha aumentado a 17 y el de criadoras de mariposas a 50. Entre todas crían unos 8.000 insectos al mes (la gran mayoría se exportan y el 10% de la producción se libera en su hábitat para reponer las poblaciones nativas).

 

Descripción del proceso.

La zoocría se emprende con varios ejemplares de cada especie, obtenidos del medio silvestre, de acuerdo con la legislación ambiental colombiana. Las hembras depositan sus huevos en la respectiva planta hospedera, como se denomina a la planta que proporciona alimento a las larvas y es particular para cada especie de mariposa.

Los huevos son recolectados diariamente y trasladados al laboratorio donde se continúa el desarrollo de los individuos a través de las etapas de su ciclo y se proporciona el alimento y cuidado necesarios para su desarrollo, hasta convertirse en pupa o adulto.

La vida promedio de las mariposas es de un mes aproximadamente. En el medio silvestre, menos del 5% de las mariposas llega a su madurez debido al ataque de los depredadores naturales (pájaros, arañas, lagartijas, hormigas y sapos) y de parásitos, hongos, bacterias y virus. La zoocría les proporciona alimento y protección, de esta manera, el 80% alcanza su estado adulto. Esta actividad contribuye a la conservación y aumento poblacional de las especies, al devolver al medio una considerable cantidad de mariposas y preservar su hábitat.

Para conocer más de Alas de Colombia entra AQUÍ.

Pincha en este enlace para leer la historia completa. 

 

Cómo construir un hotel de insectos

La primera vez que escuché este término me sorprendí, ¿un hotel para insectos? Pero, y eso, ¿qué es? Pues es un concepto surgido con el propósito de “optimizar la presencia, para la supervivencia invernal, de insectos que favorecen el ecosistema, la polinización y la biodiversidad”.

Aunque en nuestro clima tropical no tenemos el problema de las heladas o bajadas bruscas de temperaturas, al aplicar esta genial idea atraeremos insectos útiles para nuestro huerto, creando un ambiente favorecedor del equilibrio entre las hortalizas y los insectos, mejorando de esta manera la biodiversidad del huerto.

Entre las especies más útiles que podemos atraer se encuentran las arañas, las mariquitas, las avispas, lagartijas, ciertas aves, los murciélagos y los sapos, entre otros.

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Ubicación.

Lo ideal es dirigir el refugio hacia el sur o suroeste, protegido del viento, no lejos de un espacio cultivado, de una huerta o de flores silvestres (estos serán el restaurante del hotel). Tiene que estar a por lo menos, 30 cm del suelo y ofrecer refugio en caso de mal tiempo.

Materiales.

Lo más indicado son los materiales naturales como troncos de madera, ladrillos, paja, cañas de bambú, etc. Estos materiales deben tener agujeros más o menos grandes para que puedan acoger a distintos tipos de insectos. La estructura se recomienda hacerla de madera, reforzándola lo suficiente como para que pueda soportar un peso importante. El tejado debe ser impermeable, por ejemplo, de zinc.

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La estructura se debe instalar en su ubicación definitiva antes de empezar a rellenarla, ya que después de colocar los materiales en su interior pesará demasiado como para poder transportarla. Levántala del suelo unos 30 cm para mantenerla protegida de la humedad.

En el caso de que en nuestro huerto el viento sople con fuerza, se recomienda colocarle patas a la estructura, apoyándola contra una pared.

Se recomienda colocar los materiales más pesados en la parte inferior.

Las habitaciones.

Para las crisopeyas: utiliza una caja de color rojo con algunas aberturas y rellena de fibra de embalaje o paja. La alimentación de las larvas de estos insectos se basa en parásitos: pulgones, moscas blancas, huevos de ácaros, etc.

Para los abejorros: una caja con un agujero de unos 10 mm de diámetro que posea una pequeña pista de aterrizaje en su entrada.

Para ciertas abejas y avispas solitarias: una esterilla de caña trenzada o troncos agujereados.

Para las abejas solitarias: ladrillos con los huecos llenos con una mezcla de arcilla y de paja.

En general, también se puede utilizar un poco de madera seca con agujeros como los tallos de bambú, macetas giradas, llenas de fibras de madera o heno y colocar tablas de madera de tal manera que queden huecos entre ellas, es el sitio ideal para las mariquitas.

Y para aquellos que no tienen mucho tiempo disponible, pueden adquirir en los establecimientos especializados en jardinería, los hoteles ya construidos, listos para usar.

Y recuerda proteger a nuestros amigos, por favor, no utilices insecticidas.

Fuente: ecoplantem.blogspot.com

Fuente: ecoplantem.blogspot.com

El contenido de esta entrada ha sido extraído en su mayor parte del manual «Cómo hacer un Hotel de Insectos» por Julien Nadreau.

El uso de insectos en el control de plagas de nuestro huerto

Los habitantes de las ciudades tenemos un gran problema con los insectos, es un asunto genético diría yo, parece que no podemos comulgar de ninguna manera con ellos y junto con su hábitat, hemos ido exterminándolos de nuestro entorno.

Ciertamente no es nada agradable enfrentarnos por ejemplo, a los temibles insectos rastreros que nos hacen gritar de espanto cuando en medio de la noche vamos a la cocina por un vaso de agua y nos parece ver algún movimiento inesperado. Pero, junto con ellos hemos ido acabando también con todos los demás, buenos y malos, grandes y pequeños. La combinación perfecta surgió cuando pudimos armarnos con toda clase de insecticidas y a la primera de cambio fsssssssssssss!!!!! allá va, un chorro potentísimo de químicos que acaban en microsegundos con cualquier cosa con patas sin detenernos a pensar en las consecuencias de ese simple acto.

¿Cuándo fue, extenuado habitante de la gran ciudad,  la última vez que viste una mariposa, un abejorro, escuchaste cantar una cigarra, contemplaste una mariquita de vivos colores, una abejita o un ciempiés? Uffff….ni nos acordábamos que estos animales existen, tal vez nunca los vimos en vivo y en directo, ah! sí, una vez, en Animal Planet….

Pues, fíjate que no todos los insectos son plagas. En efecto, existe un gran número de insectos beneficiosos que nos pueden ayudar muchísimo en nuestra huerta. De paso, nos permitirán contribuir con el cuidado del medio ambiente, pues ellos solitos se encargarán de los “malos” de la película y no tendremos que utilizar pesticidas y todas esas cosas horribles que contaminan.

Así que, por favor, perdamos el miedo a los insectos. Es cierto que algunos tienen aguijones y pueden picarnos y que hay que tomar precauciones (sería insensato molestar una colmena, por ejemplo o dar manotazos al aire cuando una abeja se nos acerca), pero, los beneficios que obtendremos superan con creces a estos pequeños sobresaltos y poco a poco nos acostumbraremos a su presencia nuevamente.

Por increíble que parezca, existen casas comerciales que venden estos insectos para ser usados como control de plagas en huertos y jardines. En este enlace encontrarás una completa guía de insectos utilizados con este propósito (en inglés) y ¡el precio al cual puedes adquirirlos!

Control Natural de Plagas.

Los expertos creen que la solución lógica al control orgánico de plagas es crear un balance de organismos en el jardín o huerta. En un ecosistema diverso, las poblaciones de plagas son reguladas de forma natural. El desarrollo de este balance depende de los productos que minimizan el daño a los insectos polinizadores y otros insectos beneficiosos. Las trampas y señuelos son usados para identificar la presencia de plagas y ayudan a controlarlas. Si hay plagas en nuestra huerta o jardín deben utilizarse en primer lugar las soluciones menos tóxicas, tales como, barreras y repelentes, insectos beneficiosos, pesticidas biológicos, jabones y aceites, dejando de último los insecticidas botánicos o naturales, los cuales son más tóxicos.

Abejorros.

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El abejorro es el mayor polinizador encontrado en la naturaleza. Facilita la formación del fruto de un gran número de vegetales y árboles frutales. La polinización intensiva llevada a cabo por este trabajador insecto, da como resultado mayor producción de cualquier cosa, desde tomates y pimentones hasta fresas y cerezas. En este sentido, ¡los abejorros ayudan a alimentar al mundo!

Los abejorros transportan grandes cantidades de polen en sus patitas traseras. El polen también es llevado en el abdomen y es depositado durante las sucesivas visitas de flor en flor antes de regresar a sus colmenas. Éstas representan el lugar de actividad comunal en el cual el polen es convertido en alimento y los retoños son alimentados.

Se sabe que estos polinizadores, al igual que mucha de la fauna social, defenderá su hogar de los intrusos. Ellos la mantienen fresca durante la temporada de calor usando sus alas como ventiladores.

Mariquita (i)

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A mucha gente le gustan las mariquitas por su color y sus puntos negros. Sin embargo, a los agricultores les gustan por su apetito. La mayoría de las mariquitas (hay unas 5.000 especies distintas) comen con voracidad insectos que se alimentan de plantas, como los pulgones, por lo que ayudan a proteger las cosechas. Las mariquitas dejan cientos de huevos en las colonias de pulgones y otros insectos parecidos. Cuando eclosionan, las larvas comienzan a alimentarse rápidamente. Hacia el final de su vida (entre tres y seis semanas) han podido consumir 5.000 pulgones.

Su colorido y sus puntos sirven para mantener alejados a los depredadores. Pueden segregar un fluido por las articulaciones de las patas de sabor muy desagradable. Su colorido puede servir de recordatorio para los animales que han tratado de comer mariquitas antes, parece decir “mi sabor es asqueroso”. Si una mariquita se siente amenazada puede hacerse la muerta y segregar esta desagradable sustancia para protegerse.

Podisus maculiventris.

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Conocido como  “chinche apestoso” , es un insecto originario de América.  El nombre de Chinche apestoso se debe al olor defensivo (bastante fétido) que desprende cuando son atacados.

Su vida media es de cinco o seis meses y en ese tiempo llegan a poner hasta quinientos huevos en tandas de dos o tres decenas sobre hojas y ramas. Se alimentan de otros insectos (orugas generalmente) a las que clavan un estilete con el que les inyectan veneno, tras lo cual las succionan (aughhhhh!!).

Varían en color desde el marrón al amarillo y moteado con puntos negros.

Mantis religiosa (ii)

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La mantis religiosa debe su nombre a sus prominentes patas delanteras, que están dobladas y juntas en un ángulo que recuerda a la posición de oración.

A pesar de su nombre, estos fascinantes insectos son unos fantásticos depredadores. Su cabeza triangular se alza en lo alto de un estirado cuello, que de hecho es un tórax alargado. Pueden girar la cabeza 180 grados para escudriñar los alrededores con sus dos grandes ojos compuestos y tres simples situados entre ellos.

La mantis, que suele ser verde o parda y se camufla muy bien entre las plantas de su hábitat, embosca o acecha pacientemente a sus presas. Usan sus patas delanteras para atrapar a su víctima con unos reflejos tan vertiginosos que resulta difícil verlo a simple vista.

Muy a su pesar, polillas, grillos, saltamontes, moscas y otros insectos suelen despertar el nada deseado interés de la mantis. Por otra parte, estos animales también se comen a los de su propia especie. El ejemplo más famoso de ello es la infame conducta amatoria de la hembra adulta, que en ocasiones se come a su pareja justo después del apareamiento.

Chrysoperla carnea

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En su estado adulto la crisopa se alimenta de secreciones de algunos insectos, néctar y polen. La larva es depredadora, sus hábitos alimenticios son amplios y puede devorar huevos, ninfas, larvas y adultos de pulgones, gusanos, ácaros, chinches, piojos, moscas, entre otros. Las larvas son excelentes caminadoras y detectan a sus presas por métodos químicos, físicos y visuales.

(i) National Geographic

(ii) National Geographic 

Oda al frijol

No deja de asombrarme la forma en la que el idioma español ha evolucionado en nuestros países latinoamericanos, demostrando que es una de las lenguas vivas que más personas hablan actualmente en el mundo. Y uno de los ejemplos más representativos de esto es el enorme repertorio de nombres diferentes por los que se conoce en Hispanoamérica al humilde pero súper poderoso frijol.

  • En México, Centroamérica y el Caribe se conoce como: “frijol”. La variedad preferida es la de color negro, excepto en Honduras, El Salvador y Nicaragua en donde consumen en mayor cantidad la de color rojo.
  • En México también se le dice “alubia” a la variedad blanca y “frijoles bayos” a la variedad de color café.
  • En Honduras y Nicaragua se les conoce también como “balas” y “balines”.
  • En Panamá llaman “porotos” a los granos grandes de color negro o rojo y “frijoles” al resto de las variedades.
  • En la mayor parte del Caribe, los frijoles se llaman “habichuelas” (no confundir con la especie Vicia faba).
  • En Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay se llaman “porotos” (este término proviene de su nombre en quechua, “purutu”). En guaraní (Paraguay) su nombre es “kumandá”.
  • En Colombia se conoce como “fríjol” (con acento en la “i”) y en algunas partes como “frisol”  los granos rojos o negros.
  • En Ecuador las semillas de la planta se llaman “fréjoles” o “frijoles”.

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En Venezuela, mi país, las llamamos “caraotas” (es una palabra heredada de nuestro pueblo indígena de los cumanagotos). Es curioso, porque cuando decimos “caraotas” sabemos que nos referimos a las negras. Si queremos hablar de otras variedades no nos complicamos y decimos simplemente “caraotas blancas”, si son blancas o “caraotas rojas”, si son de ese color.

Origen.

De formas y colores diferentes, la especie Phaseolus vulgaris, es la más conocida del género Phaseolus, de la familia Fabaceae.  La distribución actual de las formas silvestres del frijol comprende un área geográfica que va desde el norte de México al noroeste de Argentina y en general se reconocen dos grupos genéticos ecogeográficos: el de Mesoamérica y el de los Andes.

Hasta ahora la hipótesis de más crédito en relación con el origen del frijol común indicaba que, a partir de un área en las laderas occidentales de Los Andes en el norte de Perú y Ecuador, la legumbre se dispersó hacia el norte, a Colombia, América Central y México, y hacia el sur, al resto de Perú, Bolivia y Argentina,

Sin embargo, el análisis de un equipo internacional de investigadores (Italia, Dinamarca y Estados Unidos) que llevó a cabo un importante estudio en 2012, llegó a la conclusión que respalda el origen del frijol en Mesoamérica, muy probablemente en México. Los autores sugieren que el P. vulgaris que parece originario de Perú y Ecuador es «una población reliquia que solamente representa una fracción de la diversidad genética en la población ancestral que migró desde el centro de México en tiempos antiguos».

Los primeros exploradores y comerciantes que llegaron a América se encargaron de llevar esta sabrosa y nutritiva legumbre a todo el mundo y a principios del siglo XVII su cultivo era ya muy popular en Europa, África y Asia.

Propiedades nutricionales.

  • Contiene una gran cantidad de carbohidratos, proteínas, vitaminas, minerales y fibra.
  • Tiene un contenido bajo de grasa y no tiene colesterol por tratarse de un alimento de origen vegetal.
  • Es fuente de tiamina, riboflavina, niacina y ácido fólico, vitaminas importantes para la producción de energía.
  • Ayuda a evitar enfermedades como la diabetes o la obesidad.
  • Ayuda a regular el sistema digestivo gracias a su alto contenido en fibra.

Cada 100 gramos aportan1:

  • Calorías: 322 Kcal.
  • Proteínas: 21,8 gramos.
  • Grasas: 2,5 gramos.
  • Carbohidratos: 55,4 gramos.
  • Tiamina: 0,63 mg.
  • Riboflavina: 0,17 mg.
  • Niacina: 1,8 mg.
  • Calcio: 183 mg.
  • Hierro: 4,7 mg.

(1) Propiedades del fríjol. Aquí encontrarás fotos de las principales variedades producidas en Colombia y Estados Unidos.

En este video podrás conocer un ejemplo de cómo nuestros pueblos han desarrollado una verdadera cultura agrícola alrededor del cultivo de esta leguminosa.

Y en este link aprenderás a cocinar frijoles a la manera tradicional mexicana. No te lo puedes perder.

La publicación de esta entrada celebra el Día Mundial de la Alimentación, 16 de octubre:

«Que todos los seres humanos tengan garantizada su seguridad alimentaria».

La leyenda de «Las Tres Hermanas»

De acuerdo con esta leyenda de los Iroqueses, pueblo nativo de América del Norte, el maíz, los frijoles y la calabaza (zapallo, auyama), son tres hermanas inseparables que sólo crecen y se desarrollan exitosamente cuando están juntas. Esta tradición de plantar conjuntamente maíz, frijoles y calabaza (zapallo, auyama) en el mismo montículo de tierra, extendida entre las sociedades agrícolas de los nativos americanos, es un sistema sostenible y complejo que proporciona fertilidad al suelo a largo plazo y una dieta saludable a través de las generaciones.

El maíz, los frijoles y la calabaza (zapallo, auyama) fueron algunos de los primeros cultivos importantes domesticados por las sociedades mesoamericanas antiguas. El maíz fue el cultivo principal, el cual proporcionaba más calorías o energía por hectárea que cualquier otro. De acuerdo a las leyendas de Las Tres Hermanas, el maíz debe crecer en asociación con otros cultivos en lugar de solo, ya que necesita la compañía benéfica de sus ayudantes.

Los Iroqueses creen que el maíz, los frijoles y la calabaza (zapallo, auyama) son preciosos regalos del Gran Espíritu, cada uno de ellos cuidado por los espíritus de tres hermanas. Durante la siembra se realizan ceremonias en honor a ellas y un festival conmemora la cosecha de la primera mazorca de maíz. A través de la tradición oral, contando una y otra vez la leyenda y gracias a los rituales anuales que se siguen llevando a cabo, los nativos americanos han preservado el conocimiento, el uso y el legado de Las Tres Hermanas a través de las generaciones.

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Fuente: Amelia Hansen, Corvus Art

¿Cómo funciona la técnica?

El maíz proporciona un soporte natural para que la enredadera de los frijoles pueda trepar. Los frijoles fijan el nitrógeno en sus raíces, mejorando la fertilidad del terreno proporcionando nitrógeno al maíz que se plantará en el futuro. Las enredaderas del frijol también ayudan a estabilizar las plantas de maíz, haciéndolas menos vulnerables a que se caigan a causa del viento.

El enraizamiento superficial de las enredaderas de la calabaza funciona como un mulch viviente, proporcionando sombra e inhibiendo el crecimiento de la maleza y previniendo la pérdida de humedad por evaporación, aumentando de esta manera la oportunidad de supervivencia de los cultivos en años secos. Las espinas de la calabaza también ayudan a disuadir a los predadores de acercarse al maíz y a los frijoles. La gran cantidad de residuo vegetal de esta combinación de plantas puede ser incorporada de regreso al suelo al finalizar la cosecha con el fin de reforzar la materia orgánica y mejorar su estructura.

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Fuente: Mother Earth News

El maíz, los frijoles y la calabaza (zapallo, auyama) también se complementan uno al otro nutricionalmente. El maíz proporciona carbohidratos, los frijoles secos son ricos en proteína, balanceando la carencia de amino ácidos encontrada en el maíz. Finalmente, la calabaza (zapallo, auyama) proporciona tanto vitaminas (en el fruto) como saludable y delicioso aceite a partir de sus semillas.

La leyenda

Muchas leyendas se han entretejido alrededor de «Las Tres Hermanas», las cuales varían de tribu en tribu. La siguiente versión ha sido transmitida oralmente por Lois Thomas de la Isla de Cornwall y recopilada por estudiantes del Centennial College, de la Universidad de Toronto en Canadá.

Las Tres Hermanas

Hace mucho tiempo, tres hermanas vivían juntas en el campo. Estas hermanas eran muy diferentes una de la otra, tanto en su estatura como en la forma en la que se presentaban y se movían.

La más pequeña era tan joven y redonda que solo podía trepar y estaba vestida de verde.

La segunda hermana llevaba un vestido amarillo brillante. Ella tenía una forma muy particular de moverse cuando el sol brillaba y el viento suave soplaba en su rostro.

La tercera era la hermana mayor, permanecía siempre muy derecha y elevada por sobre las demás hermanas, cuidándolas y previniéndolas de cualquier peligro. Ella llevaba una manta verde pálido y tenía el cabello largo, de color amarillo, el cual ondeaba en la brisa.

Sólo había una cosa en la que las tres hermanas se parecían, sin embargo. Ellas se amaban muchísimo, y siempre permanecían juntas. Esto las hacía muy fuertes.

Un día un pájaro extraño vino al campo: un cuervo. Él hablaba con los caballos y otros animales y esto capturó la atención de las hermanas. Más tarde, ese verano, la hermana más pequeña y joven desapareció. Sus hermanas se entristecieron.

De nuevo el cuervo regresó al campo para recolectar juncos a la orilla del río. Las hermanas que aún permanecían juntas, observaron su rastro cuando él se marchó y esa noche la segunda hermana, la del vestido amarillo, también desapareció.

Ahora, la hermana mayor era la única que quedaba. Ella continuaba erguida en el campo. Cuando el cuervo vio cuánto extrañaba a sus hermanas, las trajo de regreso y ellas volvieron a ser fuertes de nuevo.

Si deseas poner en práctica esta técnica te recomiendo que revises este enlace (en inglés) del cual he extraído la mayor parte del contenido de esta entrada: Instrucciones para plantar tu propio jardín Tres Hermanas.

Semillas modificadas genéticamente: ¿engaño o solución?

Confieso que había oído hablar mucho acerca de los alimentos transgénicos y la enorme controversia que existe sobre ellos, sin embargo, no comprendía muy bien el por qué de tanta preocupación. Hasta hoy, cuando para realizar esta entrada, investigué más concienzudamente sobre el tema.

Un OMG (organismo modificado genéticamente) es el resultado de un proceso de laboratorio en el cual los genes del ADN de una especie, son extraídos y artificialmente insertados en los genes de una planta o animal no relacionado con dicha especie. Los genes externos pueden provenir de bacterias, virus, insectos, animales o inclusive, humanos. Ya que este proceso involucra transferencia de genes, los OMGs son también conocidos como organismos “transgénicos”. Este proceso puede ser llamado Ingeniería Genética o Modificación Genética.

La FAO utiliza el término “fitomejoramiento” a la hora de referirse a las diferentes técnicas que permiten mejorar genéticamente las plantas “en beneficio de la humanidad”, desde la selección de plantas con las características convenientes para propagarlas, hasta las técnicas moleculares más complejas. Durante la denominada “Revolución Verde”, en la cual se incrementó significativamente la productividad agrícola y de alimentos entre los años 1940 y 1970 en los Estados Unidos, extendida posteriormente a numerosos países, fueron sembradas variedades mejoradas de maíz, trigo y otros granos, aplicando grandes cantidades de fertilizantes y plaguicidas. Además, en zonas no aptas para la agricultura, se han cultivado variedades tolerantes a la sequía, las inundaciones, el calor, el frío y las plagas.

Sin embargo, a pesar de que la fitogenética pareciera ser muy prometedora en cuanto a sus potenciales beneficios, también genera recelos éticos, inquietudes relacionadas con la inocuidad de los alimentos y el medio ambiente y temores acerca de la concentración del poder económico y la dependencia tecnológica que podrían profundizar la brecha entre los países desarrollados y los países en desarrollo. Sus detractores enfatizan el uso de técnicas que emplean ADN recombinante en formas que no son posibles ni deseables en la naturaleza, para transferir material genético entre organismos, lo cual provoca alteraciones en la composición genética y en las propiedades del organismo desarrollado, conduciendo a cambios impredecibles en el ADN y a reacciones tóxicas o alérgicas.

Algo verdaderamente curioso es que todos los cultivos mejorados genéticamente y que son explotados comercialmente, son cultivos no alimentarios (algodón) o se utilizan en gran parte para piensos o alimento para animales (soja y maíz). Es para pensarlo, ¿verdad?

*El escritor, conferencista y activista norteamericano Jeffrey Smith, es el fundador del Instituto para la Tecnología Responsable el cual se encarga de divulgar programas educativos dirigidos a los consumidores, profesionales de la salud, y políticos, sobre la necesidad de eliminar los productos genéticamente modificados del mercado estadounidense. Ha escrito varios libros, uno de ellos, se ha convertido en bestseller: “Las semillas de la decepción” y ha producido un documental “La ruleta genética”, en el cual se asocia el consumo de alimentos genéticamente modificados a numerosos desórdenes de salud en la población norteamericana desde que estos fueron comercializados en ese país.

*Te invito a realizar una “visita” a una de las mayores empresas productoras de cultivos transgénicos en el mundo, para que conozcas paso a paso cómo se modifica genéticamente una semilla de soja (¡escalofriante!).

Por qué la agrobiodiversidad es importante.

La agrobiodiversidad es la diversidad de los cultivos y sus parientes silvestres, los árboles, los animales, los microorganismos y otras especies que contribuyen a la producción agrícola. Esta diversidad existe en los ecosistemas y especies y es el resultado genético de las interacciones entre las personas y el ambiente a lo largo de miles de años.

El uso de la agrobiodiversidad puede ayudar a que los agroecosistemas sean más resilientes y productivos, contribuyendo de esta forma a una mejor nutrición, productividad y sustento.

1.- La agrobiodiversidad es la base de la agricultura. Es la fuente del material genético que es vital para las futuras generaciones. Aproximadamente 940 especies de plantas cultivadas están amenazadas globalmente. Cuando una especie o la diversidad dentro de una especie se pierde, también perdemos los genes que son importantes para mejorar los cultivos, promover su resistencia a enfermedades o adaptarse a los efectos del cambio climático.

2.- La agrobiodiversidad proporciona una forma rentable de manejar plagas y enfermedades. Cada año se estima que entre 10-16% de las cosechas globales se pierden por enfermedades de las plantas. La diversidad permite a los agricultores limitar la expansión de plagas y enfermedades sin tener que realizar fuertes inversiones en productos químicos, por ejemplo, al plantar juntas una combinación de variedades que actúan como barreras naturales de protección.

3.- La agrobiodiversidad brinda a los agricultores opciones para manejar los efectos de diferentes eventos climáticos extremos tales como sequías e inundaciones.

4.- La agrobiodiversidad puede contribuir con la salud y la nutrición. Sabemos que unas 7.000 especies de plantas en el mundo son comestibles, pero alrededor del 50% de las calorías que consumimos de las plantas, son proporcionadas por solo tres especies: arroz, trigo y maíz. Una dieta diversa es la base de la pirámide alimenticia y de las recomendaciones nutricionales alrededor del mundo. Una dieta saludable incluye múltiples grupos alimenticios. La profunda dependencia de una diversidad limitada de cultivos de alimentos, hacen que la comida y la seguridad alimentaria futuras se encuentren en riesgo. El contenido de nutrientes varía entre las especies y entre las diferentes variedades dentro de una misma especie.

5.- La agrobiodiversidad juega un papel importante en el mantenimiento de la salud del suelo, el alimento y el hábitat de polinizadores y depredadores naturales de plagas que son vitales para la producción agrícola. Diferentes especies cultivables y sus variedades requieren diferentes minerales, suelos y cantidades de agua para crecer. Las tradicionales técnicas de cultivo basadas en la diversidad, tales como la rotación de cultivos, aseguran que el suelo tenga tiempo para regenerarse y mantenerse sano en el tiempo.

Los diversos cultivos y usos de la tierra también atraen y sustentan a una gran variedad de polinizadores que contribuyen a la producción de cerca del 80% de los cultivos comercializados en el mercado mundial. También proporcionan las condiciones para los depredadores naturales de las plagas, los cuales permiten que los agricultores ahorren costes por insecticidas, tales como las mariquitas, las cuales se alimentan del pulgón del algodón.

6.- El conocimiento y la cultura tradicionales están a menudo basados en la diversidad local de las especies y su uso. La agrobiodiversidad juega un papel importante en el mantenimiento de la identidad cultural y el conocimiento tradicional a través del legado de generación en generación del uso de plantas medicinales y recetas tradicionales.

Para conocer más sobre agrobiodiversidad visita Bioversity International, organización global dedicada a la investigación para el desarrollo. Su visión es que la agrobiodiversidad contribuye a la alimentación de las personas y sostiene el planeta.

Uno de sus principales proyectos se lleva a cabo en Perú y Bolivia ayudando a recuperar el uso de granos ancestrales como la quinoa, la cañihua y el amaranto. En este enlace puedes conocer más acerca del proyecto «Del olvido a la prosperidad».

Quinoa

Plantación de quinoa en Bolivia. Fuente: Bioversity International, S. Padulosi.