Horticultura Terapéutica.

La horticultura es hoy día aceptada como una modalidad terapéutica efectiva y beneficiosa.

La horticultura terapéutica consiste en un programa relacionado con actividades de jardinería, conducido por un terapeuta, con el objetivo de rehabilitar la mente, el cuerpo y el espíritu.

La horticultura terapéutica permite al paciente hospitalizado o en tratamiento, cambiar el foco de atención de los aspectos negativos asociados a un periodo de hospitalización, por ejemplo,  a una actividad más placentera y positiva. Se le da la oportunidad al paciente de visitar un lugar idílico, rodeado de belleza natural y obtener a cambio un efecto psicológico beneficioso.

El término fue utilizado por primera vez por la norteamericana Ruth Mosher en 1948, aunque sus origenes pueden remontarse miles de años hasta el antiguo Egipto.

Durante los siglos diecisiete y dieciocho, los hospitales occidentales se encontraban muy a menudo rodeados por campos o pastizales, los cuales comenzaron a ser cultivados y convertidos en jardines de vegetales, flores y huertos. De esta manera se hacía un buen uso de la tierra y se le proporcionaba un espacio a los pacientes para que se recuperaran completamente. Estas fueron las primeras etapas en el desarrollo de la horticultura terapéutica.

La fundación de la Asociación Americana de Horticultura Terapéutica (AHTA) en la década de los 1980, permitió que la práctica de esta terapia se afianzara, en especial a través de la acreditación y certificación de cientos de terapeutas.

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Crédito: American Horticultural Therapy Association

Las técnicas empleadas en la horticultura terapéutica ayudan a los participantes a aprender nuevas habilidades o a recuperar aquellas que han sido perdidas. Fortalece la memoria, las habilidades cognitivas, facilita la iniciación en tareas nuevas, mejora las habilidades y capacidades relacionadas con el lenguaje y la socialización. Fortalece los músculos y mejora la coordinación, el balance y la resistencia. Las personas aprenden a trabajar de forma independiente, a resolver problemas y seguir instrucciones.

Los terapeutas son profesionales con formación específica, entrenamiento y credenciales específicamente relacionados con el uso de la horticultura como terapia.

En cuanto a los jardines terapéuticos, éstos son espacios o ambientes vegetales diseñados expresamente para facilitar la interacción con los elementos sanadores de la naturaleza. Dichas interacciones pueden ser pasivas o activas, dependiendo del diseño del jardín y las necesidades de los usuarios. Existen muchos tipos de jardines terapéuticos, incluyendo jardines de curación, jardines de capacitación, de rehabilitación y de restauración.

Crédito: American Horticultural Therapy Association

Si estás interesado en capacitarte como terapeuta hortícola, te invito a que visites la página web de la Asociación Americana de Horticultura Terapéutica, de la cual he obtenido la información suministrada en esta entrada, incluyendo las fotografías. Eso, si vives en Estados Unidos. En nuestros países latinoamericanos apenas comenzamos a entender la importancia de esta terapia. Existen algunas iniciativas interesantes como el proyecto Jardín Terapéutico de Creever, en México, o el Jardín Terapéutico Experiencial de la Universidad Austral de Chile, pero falta aún mucho camino por recorrer.