Luego de establecer el espacio en el que vamos a cultivar nuestras hortalizas el siguiente paso es adquirir o fabricar los recipientes en los cuales crecerán las plantas.
En muchas ciudades la mayoría de los apartamentos tienen rejas en sus ventanas; estas estructuras de protección facilitan mucho la colocación de jardineras o macetas utilizando diversos tipos de soportes, los cuales pueden ser adquiridos en viveros o tiendas de bricolaje.
Si tu presupuesto lo permite, puedes comprar los sistemas modulares para el cultivo en forma vertical que se encuentran a la venta en muchos países. Son de montaje muy sencillo y se adaptan a cualquier espacio, especialmente a los reducidos.
Hay infinidad de ideas en las que también puedes inspirarte para fabricar tu propio sistema de recipientes para el cultivo, utilizando materiales reciclados tales como botellas plásticas, palés o armazones de madera empleados en el movimiento de carga, tubos de PVC, etc.
En este enlace puedes leer acerca de cómo elaborar un huerto vertical reciclado utilizando botellas plásticas.
Macetas y jardineras (*)
Para elegir la maceta o jardinera correcta, debes tener en cuenta lo siguiente:
- El primer criterio para elegir una maceta o jardinera consiste en saber dónde la vas a colocar: en el interior o en el exterior. Para el exterior es necesario escoger una maceta con agujeros que garantice el correcto drenaje de la planta ya que, de lo contrario, si llueve la maceta se llenará de agua y pudrirá las raíces. Las macetas de exterior deben asegurar, asimismo, la resistencia ante las heladas o los rayos UV del sol. Por norma general todas las macetas de exterior sirven para interior. Algunos modelos indican en la base que se pueden agujerear con un taladro y señalan la ubicación de los orificios para su uso en exteriores. Otros incorporan un tapón para tapar o no el agujero ya creado.
- Los materiales adecuados para el exterior son: plástico, barro, madera y fibra de vidrio. No son adecuadas las macetas elaboradas en metal o vidrio.
Macetas de plástico. Destacan por su ligereza y por sus posibilidades decorativas gracias a su variedad de formas y colores. Algunas de ellas incluso imitan a otros materiales naturales como la madera o el barro. Incluyen un tratamiento que las protege de la decoloración a causa de los rayos UV del sol. Al ser impermeables, para exterior es necesario elegir modelos con agujeros para asegurar el drenaje.
Macetas de barro. Es la maceta tradicional para exterior. Tanto barro como cerámica son una de las mejores opciones para climas muy cálidos ya que mantienen la tierra fresca. El barro cocido es un material muy poroso que deja transpirar las raíces, aunque precisa una mayor frecuencia de riego. Son más pesadas y frágiles que las de plástico y madera.
Macetas con reserva de agua o de autorriego. Cuentan con un sistema de autorriego que permite a las plantas autoabastecerse y ahorrar hasta un 35% de agua. Funciona mediante un depósito de agua conectado a unos tubos de absorción por los que la planta succiona el agua.
El tamaño de los maceteros.
Las dimensiones de tu jardinera o macetero dependerán de la altura y volumen de la planta. Una maceta muy pequeña puede constreñir a la planta, sin embargo una muy grande dificulta la retención de agua.
Si las raíces de tu planta sobresalen o taponan los agujeros de drenaje o si la tierra se seca muy rápidamente son síntomas de que la maceta se ha quedado pequeña y debes trasplantar. Ten en cuenta que la nueva maceta debe ser como máximo 2 cm más grande que la anterior, si no crecerán las raíces de la planta pero no las hojas y la parte superficial de la misma. Otro aspecto importante es la profundidad de la maceta para asegurar la correcta fijación y crecimiento de la planta.
Mesas de cultivo.
En las azoteas o platabandas, disponemos por lo general de un espacio mucho mayor para nuestras hortalizas. En este caso, lo más recomendable es utilizar las Mesas de Cultivo.
Las mesas de cultivo se inspiran en la técnica de cultivo en organopónicos desarrollada en Cuba, útil para aquellas condiciones en las que no se dispone de un suelo cultivable fértil. Con este sistema, basado en los principios de la agricultura orgánica, se siembran y cultivan las plantas sobre un sustrato formado por suelo y materia orgánica mezclados en un contenedor. Los contenedores pueden ser de distintos tipos y materiales, siendo lo más frecuente construirlos sobre el suelo empleando solo listones de contención laterales.
Las mesas de cultivo pueden, por tanto, ser de diferentes clases:
- De suelo
- Elevada: brinda una altura confortable para trabajar.
- Para Invernadero
Están construidas con diferentes materiales:
- Madera
- Metal
- PVC
Pueden contar con dos o más compartimientos, con separadores para independizar cultivos. Además, para su fácil transporte se le incorporan ruedas.
En muchos lugares se adquieren en el comercio, lo cual representa una ventaja en cuanto al ahorro de tiempo. Pero, si tienes habilidades manuales, y te gusta la carpintería, por ejemplo, puedes construirla, empleando los listones de madera de los palés descartados por las empresas. Haz click en este enlace para que veas un tutorial que explica cómo fabricarla.
(*) Lidl jardín
El Huerto en la Ciudad 
